Génesis 11
En la Iglesia , hubo un tiempo en que todos usaban la
misma lengua y las mismas palabras. ”Puesto que Dios es Uno”, decían, “la Iglesia en la tierra será
Una por medio de una autoridad única. Y
como la verdad es una con Dios, la única
verdad será la que sea sancionada por esa
autoridad”.
Una multitud de seres humanos se reunieron
entonces en la Iglesia
diciendo: “¡Así sea! ¡Seremos uno! Por
medio de nosotros, el mundo entero será uno. Construiremos una torre cuyas
fundaciones cubrirán la faz de la tierra y cuya cabeza penetrará en el cielo.”
“Cada ser humano será tallado como una
piedra igual a las demás. Todas las piedras se ajustarán entre sí y se
cimentarán mediante el pensamiento único decretado por la autoridad única. De
este modo no habrá más divisiones sobre la tierra y seremos invencibles. ¡Como
Dios!”
Dios descendió para ver la torre que estaban
construyendo los humanos. Vio cómo se escuadraban pueblos, cabezas y corazones.
Cómo los espíritus se achataban y no pocas vidas quedaban como abortadas. Dios
se asustó y dijo: “Ésta no es la unidad que yo quería. Dije que serían piedras
vivas, pero lo que hacen es convertir a la gente en piedras no más… Tengo que
parar esto”.
Entonces Dios hizo levantar un viento de
discordia en la Iglesia
y separó a los que hablaban griego de los que hablaban latín. Con lo cual
aparecieron en el mundo dos Iglesias: la Iglesia Ortodoxa
y la Iglesia
Católica.
Lejos de frenar la construcción de la torre,
esta cirugía puso los dos bandos en una competición tal que se aceleró el
proceso. Del lado católico la cosa creció enormemente. Viendo esto, Dios bajó
por segunda vez y a los que hablaban lenguas latinas los separó de los que
hablaban lenguas nórdicas, y así, al lado de la poderosa Iglesia católica, se
originó la Iglesia
reformada o protestante.
En lugar de una sola Iglesia, quedaron
entonces tres iglesias, todas más o menos compactas, todas más o menos
ramificadas, todas más o menos dispersas. Y así se dio por terminado el
proyecto de la gran torre. Dios se frotó las manos y dijo: “Sigo deseando que
sean uno, pero que sepan que también me encanta la variedad”.
“Puesto que soy un solo Dios en tres
personas, quiero que mis Iglesias sean unidas sin que ninguna de ellas pierda
su originalidad. Habrá entonces una sola Iglesia que será a la vez ortodoxa,
católica y protestante; todo ello a imagen de un Dios que es Uno y a la vez
Padre, Hijo y Espíritu Santo”.
“Y así será también con respecto a la verdad.
¡Amén!”
Eloy Roy
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