Mi camisa beige
de corderoy
era de un muchacho
que creció muy rápido
y poco la usó
casi nueva era
cuando su mamá
me la regaló
hace años ya
en los grandes fríos
de mis inviernos
esa camisa
mucho me sirvió
hasta que esta mañana
una de sus mangas
cansada de remiendos
entregó
el alma
¿qué llegará a ser
mi camisa de corderoy
ahora amputada
de una manga?
si aún viviera
mi vieja
(Dios guarde su alma)
sé lo que haría
cortaría
los retazos sanos
del resto de la camisa
y los convertiría
en un pantalón
pequeño
lo enviaría luego
por algún barco
de ayuda humanitaria
a un niño
de la otra punta del mundo
que lo recibiría agradecido
como un regalo
del Dios bueno
Todo sirve
digo yo
mi camisa vieja
(que en paz descanse)
es también
el espejo de la vida mía
la que despacito
se va deshilachando
para
pronto
escurrirse del todo
ojalá se encuentren entonces
unas manos como las de mi viejita
que saquen de mi cuerpo
algún órgano servible
para refaccionar
al enfermo de gravedad
que con más fuerza
en la galaxia
se agarre
a la vida
se lo digo sin reparo
todo puede servir
incluso
mis
deshilachados
versos
Eloy Roy
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