martes, 17 de diciembre de 2013

¡GOODBYE, NELSON!


Has sido un  gran muchacho, Nelson. Gracias por lo que hiciste. ¡Qué seas  feliz por siempre jamás!


         “Nelson” por Eloy Roy

Para parecernos un poco a ti tendríamos que renacer como tú el día que saliste libre después de 27 años de prisión. Sería para todo el mundo una Navidad eterna. Pero ya nos diste bastantes motivos de sentirnos un poco mejor, menos duros, más abiertos, más humanos. Con tu ejemplo has prendido una luz de bondad en nuestro corazón.

Saluda a Jesús de parte nuestra, al que también conocemos mejor gracias a ti. Nunca nos dijiste abiertamente si creías en él o no, pero hiciste cosas grandes que mucho se parecían a las de él. Con eso le has dado al rostro de Jesús unos rasgos negros que le sientan muy bien. Él fue un luchador de corazón noble como tú, y su sonrisa era brillante como la tuya. ¡Goodbye, Nelson!


Paz y amor a todas mis hermanas y hermanos de todos los colores y lenguas, de todas las religiones y anti religiones; a todos los buenos y a los malos,  a todos aquellos que zigzaguean entre los dos (como este servidor y muchos otros).

Paz y amor a mi familia, a mis amigo/as, y por sobre todo a todos  los últimos de la tierra como los pastores beduinos de Tierra santa que no tienen el derecho de existir, los refugiados sirios que se mueren de frío en el desierto, los presos políticos olvidados que se pudren en los calabozos de los “rojos” o de los “blancos”, los aborígenes del Quebec, del Canadá y del Chaco, los jóvenes y los niños que se sienten de más sobre el planeta...¿Cómo no soñar con que todos aquellos humanos que sufren lo insoportable sientan que en la tierra alguien les ama?...

Paz y amor a todos los pobres, a los solidarios, a los “humanitarios”, a los indignados, a los soñadores, a los que lloran y a todos los misioneros de la compasión, de la justicia y de la liberación… ¡que rompa sobre ellos una gigantesca ola de coraje y de espíritu de justicia!

¡Que una inmensa ola de sanación, de amor incondicional y de paz profunda nos junte a todos en un abrazo de libertad y alegría sin fin!


DESPUNTAN EN EL MUNDO
UNA NUEVA CONSCIENCIA Y UNA HUMANIDAD NUEVA


¡FELIZ NAVIDAD!
                                                                              
                                                                                                                                                                Eloy Roy


Favor “feminizar” el vocabulario a su gusto. Gracias.


CELDA Y PESEBRE





Nelson Mandela ha muerto. El que el mundo entero aclama como el “salvador” de su pueblo, fue enterrado vivo durante 18 años en una celda de mala muerte que se parecía a una tumba. Condenado por la Justicia de su país como “terrorista” y “traidor a la patria”, el “liberador” de Sudáfrica habrá pasado en total 27 años de su vida en prisión. 

Esa miserable celda de Mandela en la siniestra prisión de Robben Island me  transporta como por arte de magia hasta el pobre pesebre de  Jesús en Belén. 

Me gusta releer a Jesús a través de Mandela. 

Estos dos hombres que, desde un principio, estaban condenados a la nada, lograron voltear enormes fronteras y alcanzar lo universal. Sortearon barrotes, búnkeres, casillas, normas, marcos y dogmas intocables. No se dejaron atrapar en las jaulas sociales, ideológicas, psicológicas y religiosas de su país y de su tiempo. Hicieron burla del odio y de la venganza. No se doblegaron ante las  prisiones, los pesebres, las cruces y las tumbas que encierran al ser humano en sí mismo  e impiden que alcance su plenitud.  

La vida de Mandela y la de Jesús  despiertan lo que tenemos de mejor dentro de nosotros. Son dos vidas que nos traen aire puro y altura con ganas de no resignarnos jamás a vivir como muertos.

Los dos liberadores tienen también en común el que han sido traicionados por varios discípulos suyos, y no entre los menores.  La sociedad de Sudáfrica está  más dividida que nunca entre una pequeña facción de ricos y una inmensa mayoría de pobres.  El panorama del Occidente tradicionalmente cristiano es apenas más brillante. El Apartheid se renueva cada día  a escala mundial.

Que la alegría de las fiestas navideñas no nos haga olvidar esa gran verdad de que, sin justicia social, la reconciliación y la paz no tienen futuro en ninguna parte del planeta.
                                                                           Eloy Roy


  Al reunirse con Juan el Bautista, a quien los apparatchiks religiosos miraban como hereje y rebelde, se dio en la conciencia de Jesús una ...